Apr 5, 2015
Texto de Mariana
Acosta
Ilustración de
Francesca Ratto
Un día nublado,
muy nublado
el bosque se veía
triste y apagado.
Los insectos estaban
aburridos
sin sol se quedaban
dormidos.
¡Voy a hacer una
fiesta!, dijo la mariposa María
¡Este bosque
necesita alegría!
El saltamontes
Benjamín,
con cortezas inventó
un violín.
El escarabajo
Emiliano,
con las hojas hizo
un piano.
Clarita la
cigarra,
afilando raíces creó
una guitarra.
La araña
Anacleta,
con sus patas armó
una trompeta.
El grillo
Gastón,
se convirtió en
guitarrón.
Los ciempiés
amarillos,
con tarros de lata
hicieron platillos.
El moscardón
Igor,
de un tronco
ahuecado hizo un tambor.
Desde ese día,
cada vez que amanecía nublado, muy nublado, los insectos inventaban
la orquesta
y entre todos
armaban la fiesta.
Nunca más se
sintieron aburridos
ni mucho menos se
quedaron dormidos,
y dos tocaban por
tres en una cáscara de nuez,
¿Quieren que se los
cuente otra vez?